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Evaluación de las masas anexiales

Los ovarios y las trompas juntos se llaman anexos. Como las masas tubáricas y los tumores son extremadamente poco frecuentes, normalmente se entiende por masas anexiales las masas ováricas, es decir, de origen ovárico u ovárico. Estas masas pueden ser quistes ováricos, así como varios tumores o crecimientos inflamatorios. No siempre es tan fácil decir que una masa anexial, que se tiene en cuenta al examinarla, se origina en el ovario. Estas masas también pueden tener un origen uterino, tubular o incluso intestinal o vesical, excepto en el ovario. Para entender el origen y la estructura de esta masa en presencia de una masa anexial, es especialmente importante para el enfoque del tratamiento una anamnesis cuidadosa, además del examen, y el uso correcto y oportuno de los métodos de diagnóstico auxiliares.

Historia (anamnesis)

Es sumamente importante obtener un buen historial en todas las ramas de la medicina y en el diagnóstico de todas las enfermedades, así como en la evaluación de las masas anexiales. Algunos detalles que parecen insignificantes de captar de este historial pueden ser de gran ayuda en el diagnóstico. Uno de los puntos más importantes de la historia es la edad del paciente. Por ejemplo, en una mujer posmenopáusica, es muy probable que la masa sea maligna, mientras que en personas menores de 20 años, lo más probable es que la masa sea un quiste dermoide. En las mujeres en edad reproductiva, por otro lado, los quistes funcionales se observan con mayor frecuencia. Es una afección patológica en la que los ovarios después de la menopausia se pueden palpar con la mano al examinarlos, mientras que en pacientes jóvenes y frágiles los ovarios normalmente se pueden

manipular.

Naturalmente, el tema más importante de la anamnesis después de la edad del paciente son los síntomas, es decir, las quejas del paciente. Como las masas ováricas no suelen dar muchas pruebas, la presencia de una queja pronunciada puede ser de gran ayuda en el diagnóstico. El dolor en los quistes ováricos, por ejemplo, no es una queja muy común. La presencia de dolor sugiere fenómenos inflamatorios o endometriosis más que un quiste o un tumor. Del mismo modo, en los tumores que provocan irregularidades menstruales, se consideran primero los quistes foliculares o los quistes del cuerpo lúteo.

Inspección

El examen ginecológico es importante para el diagnóstico diferencial de la masa. El tamaño de la masa, su localización, su formación en una estructura quística o sólida, si es móvil o fija son importantes. Las lesiones en la línea media suelen ser de origen uterino, mientras que es muy probable que las lesiones unilaterales tengan origen ovárico. Si bien la mayoría de las masas quísticas y unilaterales son benignas, las sólidas y bilaterales tienen más probabilidades de ser malignas. Si hay acumulación de líquido en la cavidad abdominal, lo más probable es que se produzca un desprendimiento.

La presencia de una caída del cabello de patrón masculino o un aumento del vello durante un examen ginecológico deberían sugerir que se trata de un tumor que secreta hormonas masculinas.

Ecografía

La mano del

ecografista durante el parto es como el pie de la mujer moderna. El diagnóstico de muchas enfermedades y la monitorización del embarazo se han vuelto extremadamente cómodos con la ecografía. Especialmente en los últimos 15 años, las máquinas de ecografía han sustituido a las máquinas de ecografía en el consultorio de casi todos los ginecólogos, gracias a los dispositivos que se han reducido considerablemente en los precios de casi todos los ginecólogos. Paralelamente a los vertiginosos avances de la tecnología, el uso generalizado de la ecografía Doppler, que determina el flujo sanguíneo en los vasos desarrollados y la forma de esta corriente, ha abierto nuevos horizontes, especialmente en la evaluación de las masas anexiales.

El primer y más

importante lugar entre los métodos de diagnóstico utilizados en la evaluación de las masas anexiales lo ocupa la ecografía. La ecografía puede determinar la forma, el tamaño, la localización y la formación sólida o quística de la masa, si contiene tabiques. La aparición de los tabiques es a favor del hábase. El cálculo del estado de vasodilatación de la masa en la ecografía Doppler y el cálculo de la resistencia al flujo sanguíneo en estos vasos proporcionan información valiosa sobre

si es maligna.

Tomografía (TC) y resonancia magnética (IRM)

Estos métodos pueden proporcionar información más detallada que la ecografía, especialmente en masas muy grandes o en los casos considerados habitables. Especialmente si tenemos en cuenta el cáncer, ayudan al crecimiento del ganglio linfático o al grado de diseminación y estadificación de la enfermedad. No hay ninguna aplicación rutinaria en el diagnóstico de los quistes ováricos.

Análisis de sangre

Algunos tumores de ovario pueden manifestarse por las hormonas que secretan o por sustancias similares. De estos, el marcador tumoral más utilizado es el llamado Ca-125. Esta sustancia muestra un aumento del cáncer, especialmente del tipo cistoadenocarcinoma seroso. Aunque el aumento del Ca-125 en la sangre favorece la habase, no es muy fiable, ya que también se puede observar en casos como la endometriosis, la infección o incluso el tabaquismo. Para saber si la masa secreta hormonas, se pueden analizar los niveles hormonales en la sangre.

Otros marcadores tumorales utilizados son sustancias como el Ca-19-9, la hCG, la fetoproteína, el CEA. Pero la fiabilidad de ninguno de ellos está a un nivel suficiente. Estas pruebas solo son importantes para proporcionar información.

Una vez que se haya entendido, mediante uno o varios de los métodos anteriores, que las masas anexiales se originan en el ovario, la cuestión más importante es decidir si son malignas o si es necesaria una cirugía.

Si;

  • Si la masa es superior a 6 centímetros
  • Si la masa es inferior a 6 centímetros pero es de construcción sólida
  • Si todavía no se ha reducido después de 1 o 2 períodos menstruales
  • Crece el número de seguidores
  • Si en una mujer posmenopáusica
  • Si hay acumulación de líquido en la cavidad abdominal
  • Si hay tabiques en el quiste, normalmente es necesaria una cirugía en estos casos. En ausencia de estos criterios, se sigue al paciente durante un período de tiempo determinado. Dar pastillas anticonceptivas durante este tiempo puede ayudar a reducir el quiste.

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